Cuando decidí tomar las riendas de mi vida

📸 Playa de los muertos - Sayulita

No ha sido un camino ni fácil ni corto, en muchas ocasiones me detenía a pensar si realmente era lo que quería, si no estaba exagerando, por qué quizá, quizá yo estoy equivocada, otras veces, la mayoría creía que el error era el mundo. Hasta que caí en cuenta que realmente no se trataba de culpas, sino que las cosas me gritaban, el mundo me gritaba que ese no era mi lugar, pero yo decidía aferrarme a la victimización, al miedo y no querer soltarme por qué me daba pánico resolver mis temas personales, por qué me daba terror enfrentarme a mi misma, la confrontación jamás ha sido mi fuerte, así que era inevitable que aunque cada que podía intentará huir, al final no lo hiciera y terminara por "aguantar", por sacrificar, por callar, y por correr en círculos por que para que mi vida cambiara y empecé a ver todo lo que mi dolor no me dejaba ver en el pasado, hacerle frente y dejar de disfrazar lo que no era, de repente me sentí capaz de todo, me sentí segura de no querer eso en mi vida, de por fin entender que el "amor", nunca esta afuera. Me había imaginado tantas veces soltera, en tantos escenarios, pero ahora que tuve esa mágica epifanía de que al fin sabía que era lo que quería en realidad, deje a un lado el miedo de enfrentarme a mi misma y comencé a disfrutarme.

Toda mi vida cometí el error de correr eternamente de brazos en brazos buscando darle la responsabilidad de amarme a otras personas en lugar de a mi , tome las riendas de mi vida cuando acepte la responsabilidad que solo me correspondía a mi.

Después de estar en el abismo de la negación, acepte que tenía que moverme, que el lugar y las personas que tenía a mi lado no eran lo que de verdad quería y lo que me hacía feliz, se rompió todo, note que el mundo no era como lo veía, siempre pensé que el día que el se fuera me sentiría tan vacía y sola, no noté que la verdad, ya me sentía así, claro que duele y punza en el corazón pensar en todo el tiempo, las risas, los momentos, los aprendizajes, duele aferrarse al recuerdo, pero cuando eres realista y notas inconsistencias en tu historia de amor y en tu historia misma, empiezas a cuestionarte si las cosas han sido como de verdad las recuerdas y de poco a poco, la ilusión se rompe.

Me colgué de él en mi momento de mayor vulnerabilidad, me alcance a sostener y no me di cuenta que jamás deje de ahogarme.

Sigo luchando por qué quiero tener una decisión con mente y corazón equilibrados. Y ahora estoy consciente de que la única responsable del rumbo de mi vida: soy, fui y seré solamente yo.